DIARIO DE CUARENTENA
CAPÍTULO LxxI
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Vaya fin de
semana tan intenso.
Barbacoa con la
familia.
David.
Prepararlo todo
para cuidar a las nietas a partir de mañana.
Pintar la terraza.
Blanquita, blanquita se quedó.
Y para acabar,
así como saliendo por la puerta grande, mi padre.
Mi padre va a cumplir
noventa años dentro de poco.
Está enfermo.
Entre otras
cosas sufre esa enfermedad que le hace olvidarse de las cosas.
Repite las mismas
preguntas todos los días. Todos los días hay que volver a explicarle las
mismas cosas.
Es como en la
película “Atrapado en el tiempo”, donde un periodista se despierta todos los
días repitiendo el día de la marmota una y otra vez.
Hoy mi padre me
ha vuelto a preguntar si ya me he jubilado, pues cree que mi hermano mayor sí
está jubilado y yo ya tendría que estarlo.
Le he vuelto a
explicar que he retrasado la jubilación para acabar el curso con “mis niños”.
- ¡Pues vaya! Ha dicho.
- ¿Y mi nieta? Ha preguntado, como todos los días.
Le digo que no es su nieta, que es su biznieta. Daniela es mi
nieta, pero no la suya.
- ¿Y eso cómo va a ser?
¿No eres tú mi hijo? ¡Entonces Daniela
es mi nieta!
Le vuelvo a explicar que es la hija de mi hijo, mi nieta, su
biznieta.
- ¿Eso cómo va a ser?
Y así todos los
días que hablo con él.
También pregunta
que cuándo vamos a ir a su casa.
Por supuesto hay
que volver a explicarle que no podemos viajar a Jaén y todo eso.
Ya te digo. El
día de la marmota.
Querido diario. Fin
de semana intenso. Mañana más
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lunes, 25 de mayo de 2020
DIARIO DE CUARENTENA. CAPÍTULO LXXI
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