DIARIO DE CUARENTENA. CAPÍTULO LVI

DIARIO DE CUARENTENA                          CAPÍTULO  LVI

Hoy he tenido un día muy tranquilo. Puede que haya sido el más tranquilo desde que estamos en cuarentena. Aunque no entiendo yo muy bien esto de la cuarentena. En cuarentena yo pensaba que solo se aislaba a aquellas personas que presentan síntomas de alguna enfermedad. Yo, por ejemplo, como millones de personas he estado sometido a cuarentena, habría que decir que cincuentena, ya que llevamos más de cincuenta días y llegará la sesentena y la septentena (que son palabras que a lo mejor no existen con el significado que yo les estoy dando). Y entonces me pregunto ¿Por qué hemos estado tantas personas en cuarentena si no estamos ni enfermos ni con síntomas? ¿No hubiese sido más lógico haber hecho test, millones de test, para saber quiénes están enfermos o contagiados, aunque no presenten los síntomas de esa enfermedad? Sigo sin entender nada. Con esos test se hubiesen aislado a estas personas, y la vida seguiría más o menos como antes de la cuarentena. Tal vez no sea tan sencillo como yo lo pienso. O tal vez, quien decida qué hay que hacer, esté pensando en otra cosa. Que yo, por supuesto, no alcanzo a imaginar. Torpe de mí. Pero creo que me he ido por las ramas de lo que quería decir. Hoy he tenido un día muy tranquilo. Tan tranquilo que no se me ocurre nada para escribir hoy. He trabajado un rato, he limpiado un rato, he descansado un rato, he visto la tele un rato, he recordado el DÍA DE EUROPA un rato.  Y, por último, durante un rato he saboreado un cubata rico, rico, rico. Ya ves. Hoy he tenido un día muy tranquilo. Querido diario. Un rato para todo. Mañana más