viernes, 22 de mayo de 2020

DIARIO DE CUARENTENA. CAPÍTULO LXIX



DIARIO DE CUARENTENA

                         CAPÍTULO  LxIX


He tenido que ir a Málaga.

Demasiados coches por la autopista.

He ido a ver a mi hermano. 
Vive en una zona cercana al hospital, en una zona donde hay demasiados bares y restaurantes, según dicen sus vecinos.
Siempre hay demasiada gente y demasiado ruido.

¿Y hoy?

Demasiada gente y demasiado ruido.

¿Será que es viernes?
¿Será que llevan demasiados días sin ir de bares?
¿Será que las tapas de los bares están más buenas que las de casa?
¿Será que no se han enterado que hay una pandemia y que hay que cuidarse?
¿Será que son insensatos o idiotas?
¿será que  yo soy más prudente, exigente o sensato que toda esa gente?

Sí, será eso último. Tanta gente no puede estar equivocada. 

Claro que tener mayoría no te da la razón; y si no mira las moscas: Cien mil millones de moscas en el mundo comen mierda. ¿Lo ves? Y por esa mayoría, nosotros no vamos a tener que comer de eso.

En fin, que me pierdo, que había mucha, mucha gente.

¿Mascarillas?

Pocas. Muy pocas.

No es que tampoco tengan razón para no usarla, que, por cierto, es obligatoria. Más bien es porque beber y comer con mascarilla no sé, no sé.

Pero alguien debería obligar a que no se amontonen tantas personas juntas. Es por el bien de todos.

Si siguen relajándose con estas simples medidas, me temo que, en vez de ir hacia adelante, iremos para atrás.

¿Qué te estaba contando?

Ah, que he ido a ver a mi hermano.

Por cierto, la gaviota se come la comida del gato cojo. Iapuchi.


Querido diario. Gente. Mañana más


No hay comentarios:

Publicar un comentario