DIARIO DE CUARENTENA
CAPÍTULO xXxII
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Algunos días, antes
de empezar a escribir, pienso en cómo me ha ido el día y mi estado de ánimo
me va guiando en las palabras y frases que voy a escribir.
A veces estoy
alegre y satisfecho por cualquier motivo, como todos, y otras estoy triste,
enfadado, cabreado, como todos.
Pero hoy es un día
raro. No sé si reír o llorar. En realidad, las dos cosas. El mismo motivo me
hace reír y me hace llorar.
Hoy he recibido mi
propuesta de jubilación. Para ser sinceros es la segunda vez que la recibo.
En la primera, allá
por otoño, cuando era la fecha señalada para mi jubilación, renuncié a ella pensando en varios motivos: quería
terminar el curso con mis niños y niñas, ya que llevaba con ellos desde el
curso 2015/16; quería ir con mi querida clase de excursión fin de curso; quería
aparecer en la orla de 6º A como su tutor y no que apareciese alguien recién llegado que
¿quién sabe cómo estaría mi clase con él o ella?; quería estar en su
graduación y dedicarles unas palabras de agradecimiento, de ánimo, de
esfuerzo y constancia para el futuro; quería participar en su fiesta fin de
curso y hasta había pensado sorprenderles saliendo a bailar con toda la clase
(lágrimas); quería ser yo quien les dijera adiós en su partida al instituto,
a todos por supuesto ya que no iba a hacer repetir a nadie (más lágrimas).
¡Qué trabajo me
está costando escribir hoy!
He tenido que parar
y hacer un descanso. Imposible seguir escribiendo.
Y ¿El motivo para reír?
El mismo, claro.
Ahora sí lo tengo
claro. Me ha llegado la hora de empezar otra etapa en mi vida.
Imagino que
disfrutaré de la vida de otra manera a lo que, cualquier persona en mi
situación, tenía pensado, ya que todos tendremos que adaptarnos a otra forma
de vida cuando pase esta etapa de pandemia.
Disfrutaré de mi
querida Sierra. De sus lugares y de sus gentes. (Y de sus “fantasmas”, que
los hay y que los conozco).
Disfrutaré de algún
que otro viaje.
Disfrutaré de
Torremolinos, de sus playas, de su gente, de mis
conocidos y saludados, como
decía aquel.
Disfrutaré de estar
vivo (el tiempo que lo esté, claro).
Disfrutaré de mis
recuerdos como maestro, de mis compañeros y de mis niños.
Disfrutaré de no
tener whatsapp de trabajo (es que acaba de sonar).
Disfrutaré de una
cerveza bien fría. Mejor de dos.
Querido diario.
Triste y alegre. Mañana más
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miércoles, 15 de abril de 2020
DIARIO DE CUARENTENA. Capítulo XXXII
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