miércoles, 15 de abril de 2020

DIARIO DE CUARENTENA. Capítulo XXXII


DIARIO DE CUARENTENA

                          CAPÍTULO  xXxII


Algunos días, antes de empezar a escribir, pienso en cómo me ha ido el día y mi estado de ánimo me va guiando en las palabras y frases que voy a escribir.

A veces estoy alegre y satisfecho por cualquier motivo, como todos, y otras estoy triste, enfadado, cabreado, como todos.

Pero hoy es un día raro. No sé si reír o llorar. En realidad, las dos cosas. El mismo motivo me hace reír y me hace llorar.

Hoy he recibido mi propuesta de jubilación. Para ser sinceros es la segunda vez que la recibo.

En la primera, allá por otoño, cuando era la fecha señalada para mi jubilación, renuncié a ella pensando  en varios motivos: quería terminar el curso con mis niños y niñas, ya que llevaba con ellos desde el curso 2015/16; quería ir con mi querida clase de excursión fin de curso; quería aparecer en la orla de 6º A como su tutor y no que apareciese alguien recién llegado que ¿quién sabe cómo estaría mi clase con él o ella?; quería estar en su graduación y dedicarles unas palabras de agradecimiento, de ánimo, de esfuerzo y constancia para el futuro; quería participar en su fiesta fin de curso y hasta había pensado sorprenderles saliendo a bailar con toda la clase (lágrimas); quería ser yo quien les dijera adiós en su partida al instituto, a todos por supuesto ya que no iba a hacer repetir a nadie (más lágrimas).

¡Qué trabajo me está costando escribir hoy!

He tenido que parar y hacer un descanso. Imposible seguir escribiendo.

Y ¿El motivo para reír? El mismo, claro.

Ahora sí lo tengo claro. Me ha llegado la hora de empezar otra etapa en mi vida.

Imagino que disfrutaré de la vida de otra manera a lo que, cualquier persona en mi situación, tenía pensado, ya que todos tendremos que adaptarnos a otra forma de vida cuando pase esta etapa de pandemia.

Disfrutaré de mis nietas, de mis hijos y nueras, de toda la familia.

Disfrutaré de mi querida Sierra. De sus lugares y de sus gentes. (Y de sus “fantasmas”, que los hay y que los conozco).

Disfrutaré de algún que otro viaje.

Disfrutaré de Torremolinos, de sus playas, de su gente, de mis 
conocidos y saludados, como decía aquel.

Disfrutaré de estar vivo (el tiempo que lo esté, claro).

Disfrutaré de mis recuerdos como maestro, de mis compañeros y de mis niños.

Disfrutaré de no tener whatsapp de trabajo (es que acaba de sonar).

Disfrutaré de una cerveza bien fría. Mejor de dos.


Querido diario. Triste y alegre.   Mañana más


No hay comentarios:

Publicar un comentario