domingo, 12 de abril de 2020

DIARIO DE CUARENTENA. Capítulo XXIX



DIARIO DE CUARENTENA
                                   CAPÍTULO  xXIx

Querido diario.

No, no te asustes que esto no es la despedida de hoy. Es el principio.

Después de muchos días escribiéndote,  te voy a contar algo, mi querido diario y espero que no te enfades conmigo.

No eres mi diario, no.

Eres el diario de muchos. Y no, no estoy equivocado.

Aunque sea yo quien te escriba, son muchas personas las que, aunque solo sea una frase, la hubiesen escrito ellas mismas en su diario íntimo o público.

Aquí, donde me ves, no sé por dónde empezar hoy.

Tendría que hacer una lista de las cosas que quiero escribir e ir por riguroso orden:

- Terminar lo de ayer.
- Las mentiras que nos cuentan.
- Mis alumnos y alumnas.
- Mis parientes sanitarios.
- El fin de curso.
- Mi (extraña)despedida del mundo laboral.

Voy a dejarlo ahí, pues si no paro, tardaré una eternidad, en
expresar todo lo que me ronda por la cabeza.

Así que voy a terminar lo de ayer.

¡Qué palabras más bonitas!

Lástima que solo sean eso: palabras bonitas.

Ya sabréis a qué nos invitan ¿verdad?

A consumir. A gastar.

Son anuncios publicitarios que lo que quieren es que gastemos. Llaman nuestra atención (y lo consiguen) y terminan diciendo el nombre de la empresa. Empresa que, por supuesto, aumenta sus beneficios antes, durante y después de la cuarentena.

¡Preciosos! ¡Qué bonitos!

¿Por qué no hacen un dos por uno, no digo antes, pero sí durante y después de la cuarentena?

¿Alguna de esas empresas hace algo por los ciudadanos de a pié?

Sí. No seas ingenuo.  Llenarse los bolsillos día tras día.

En este preciso momento me acuerdo de mi madre cuando me decía:
-       “Daniel callao estás más guapo”

A lo mejor tendría que hacer más caso de mi madre.


Querido diario. Publicidad.  Mañana más


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