DIARIO DE CUARENTENA
CAPÍTULO xLIV
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Algunos días, como
el de hoy, es mejor olvidarlos; o al menos dejarlos de lado.
Hace unos días hice
referencia a una “coña” (no, coña no es una palabrota; el diccionario dice
que “coña” es una guasa, una burla disimulada y también una cosa molesta)
referente a lo que nos dice la asamblea de majaras sobre lo que tenemos que
hacer: que hoy hacemos esto o no, mejor lo otro, o si no, sí, lo hacemos, o
si no, que cada uno haga lo que quiera, o si no, que no lo hagan. Y así nos
va.
Pero llegado a este
punto de nuevo, no quiero hacerte perder el tiempo. Hoy no.
Hoy quiero contarte
eso de los animales.
¿Animales?
Sí. Animales
animales. Animales de cuatro patas (para generalizar, aunque algunos tengan solo dos para andar o posarse y otras dos, convertidas
en alas, para volar).
Hace ya bastante
tiempo en una película alguien dijo:
- La naturaleza, que se abre paso.
¿En qué película lo decían? Eso lo dejo en
el aire. Pero si alguien lo sabe que me lo diga, que ya le diré si está en lo
cierto o equivocado.
En estos días en
que las gentes, mayoritariamente, están confinadas en sus hogares, la
naturaleza está recuperando parte de lo que le hemos quitado:
El aire está más
limpio, el mar (la mar) menos contaminado, los animales recorren los espacios
que alguna vez fueron suyos.
Y ahí es donde
quería llegar.
En estos días se
han visto animales salvajes dentro de las ciudades, recorriendo sus calles
sin temor alguno, pues nadie se mete con ellos.
Hemos visto imágenes
de jabalíes buscando comida dentro de muchas ciudades; hemos visto flamencos
en la playa; hemos visto un cóndor en una terraza intentando atrapar a un perrito
que había dentro de una vivienda; hemos visto pavos reales tranquilamente en
medio de una calzada; hasta hemos visto un zorro rojo en Torremolinos.
Mira tú por dónde,
que esto de que las personas no puedan salir (que nadie se ría) le está
viniendo muy bien la naturaleza.
Y ya puestos, y
viendo estos buenos resultados con la naturaleza, podrían ordenar que una
semana al año, o dos, todo el mundo se quedara en sus casas sin salir para
nada.
Sin obligaciones de
ningún tipo.
Todo el mundo
preparado con bastantes alimentos, bien conectados a una TV o a internet
(gratuito para todos), con bastante papel higiénico (por si acaso) y dejar
que en esas dos semanas o así la naturaleza pueda respirar.
¿Lo he dicho de
coña o lo he dicho en serio?
Como dice aquel: -
Yo ahí lo dejo.
Querido diario. La
naturaleza está viva. Mañana más.
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lunes, 27 de abril de 2020
DIARIO DE CUARENTENA. Capítulo XLIV
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