sábado, 25 de abril de 2020

DIARIO DE CUARENTENA. Capítulo XLII


DIARIO DE CUARENTENA
                          
                                                           CAPÍTULO  xlii


No sé si empezar diciendo que me da la impresión de que nos están tomando el pelo o bien empezar diciendo que nos están tomando el pelo.

He recibido un correo en el que me dicen que si quiero hacerme una prueba para ver si estoy contagiado, si ya lo he pasado sin tener síntomas o si no lo he pasado todavía.

Por supuesto me estoy refiriendo al dichoso covid 19, el coronavirus ese de los cojines. (Sí, ya sé que no se dice cojines, cojines)
Me dicen 
que tendré que pagar 54€.

Y aquí es donde empieza mi duda.

Si esa prueba cuesta 54 € y en España, así a ojo, somos 46 millones de habitantes, hacerles la prueba a todos costaría algo menos de 2.500.000.000, dos mil quinientos millones de euros.

¿Por qué no lo hacen?

¿Han calculado la diferencia entre lo que se va a perder entre ertes, paro, caída del producto interior bruto, dejar de ingresar la seguridad social, gasto sanitario actual y esos dos mil quinientos millones?

¿Cuántos asesores tienen?

¿Ninguno piensa? Ah, perdón, que son asesores. No tienen ni pajotera idea de nada que no sea lamerle el cu_ _ (añádase una l y una o) a quien lo ha nombrado.

Si lo hiciesen, podríamos continuar con nuestra vida, como siempre, como debe ser.

¿Por qué no lo hacen?

Si ya sabían que en España había contagiados en enero y en febrero.

¿Por qué esperaron tanto para empezar a tomar medidas?

¿Por qué no compraron todo lo que debían comprar para proteger a todos los ciudadanos?

A todos: sanitarios, policías, personal de limpieza, militares, trabajadores de todo tipo, amas de casa (las primeras), niños, ancianos, TODOS.

Pero no. Primero a nuestros queridos políticos; qué digo queridos, queridísimos.

Después, ya veremos. Eso sí: no se os olvide a los futbolistas de equipos importantes, vaya a ser que…

Menudos majaretas nos gobiernan.

Creo que tendré que dejar de nombrarles como majaretas.

Tendré que llamarles: inútiles, ineptos, sinvergüenzas (el diccionario dice que un sinvergüenza es una persona que comete actos ilegales en provecho propio, o que incurre en inmoralidades. También es un pícaro o bribón) o simplemente … (que cada uno ponga el adjetivo que quiera; también se admiten insultos).


Querido diario. Test, test, test. Mañana más

No hay comentarios:

Publicar un comentario