martes, 14 de abril de 2020

DIARIO DE CUARENTENA. Capítulo XXXI




DIARIO DE CUARENTENA

                           CAPÍTULO  xXxI


Ayer terminé mencionando a mi madre y hoy voy a empezar mencionándola otra vez.

Mi madre, de nombre Dulce, decía que yo era de lágrima fácil.

Mis alumnas y alumnos me han visto emocionarme en clase más de una vez. Así que no voy a decir nada que no se sepan.

En estos últimos treinta días más o menos no hay día que no llore a “lágrima viva”, como dicen en mi pueblo, allá en la Sierra de Segura.

Y tengo motivos, muchos motivos.

La culpa, o el origen, está en todas las cosas que oigo y las que supongo. 

Digo oigo pues es, después de hablar con la familia, cuando no puedo contenerme y lloro lo que no está escrito y luego me emociono con cualquier cosa.

(Lógicamente debería mear poco, ya que lloro mucho, pero algo falla pues voy al baño igual que antes.)

Mi familia, por parte de madre, cómo no, es tradicionalmente una familia de maestros. Somos siete maestros entre veinte primos y primas.

Pero ahora, con la llegada de sobrinos, la vocación ha cambiado a la rama sanitaria.

Hospital de Albacete. Hospital de Parapléjicos de Toledo (ahora reconvertido en general para acoger excedentes de Madrid). Hospital de Jaén. Hospital de Murcia. Hospital de Antequera y Geriátrico en Madrid.

Vaya tela.

Todos los días tengo montones de motivos para enfadarme: al oír las noticias sobre el coronavirus; por las mentiras que nos cuentan; por los fallecidos y por los que vendrán; por la familia que trabaja en hospitales sin medios, pero con miedo; por la economía, por el desastre de economía que llegará; por mis hijos despedidos de sus trabajos; por mi hermano camionero sin trabajo desde hoy…

Tengo muchos motivos para llorar: al salir a aplaudir; al hablar con “mis sanitarios”; por ENRIQUE, PATRI, MARI, BEGO, MERCEDES y PEPE; al pensar en el futuro de todos; en mis niños y niñas que no los veo y no sé si los veré; por lo que lo que me estoy perdiendo con ellos; por todas las familias de 6º A que son CAMPEONAS, por el gran esfuerzo y trabajo que están haciendo…

Tendré que parar para no mojar las teclas del ordenador.

Querido diario.        ENRIQUE, PATRI, MARI,
                               BEGO, MERCEDES y PEPE.
                                                                                                                                                                                  Mañana más.

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