DIARIO DE CUARENTENA
CAPÍTULO xliII
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Reír y llorar. Así
es la vida.
Hoy mi calle
parecía el día de reyes.
Un montón de niños
y niñas con patines, pelotas, bicis, muñecas, paseando con su madre o su
padre.
Casi nadie con alguna
medida de protección, ni guantes ni mascarillas.
Pero eso es como
todo: quien la lleva la entiende.
Y ¿quién mejor que
los padres para saber qué es lo mejor para sus hijos?
Imagino que al ser
el primer día lo habrán cogido con ganas. Salir a cualquier precio, de
cualquier manera.
También imagino que
mañana, pasado y después serán más sensatos y saldrán tomando las medidas
necesarias para volver a casa sanos y salvos, como suele decirse.
No soy yo el más
indicado para decirle a nadie lo que se debe o no hacer. Pero sabiendo lo que
sabemos ¿lo están haciendo bien? O será que les da igual.
Esto es lo que me
hace llorar.
Menos mal que ha
habido un buen rato para reír.
Creo que voy a
tener que aprender idiomas, concretamente el tategués.
Pasmado estás.
¿No sabes lo que es
el tategués?
El tategués es el
idioma que habla mi nieta Daniela.
Está aprendiendo a “hacer
ruidos” con la boca.
Cualquier cosa que
le digas contesta “ta – ta –te –te”, o casi. Y a veces contesta con “ga”
- ¿Quieres
agua? Ta- ta. Contesta.
- ¿Dónde está el
chupe? Ta – ta –te –te. Contesta
- ¿Y tu hermana? Ta
– ta.
Y si le dices - ¿Qué
haces? Como la pilles de buenas te dice: -Ta- ta-te-te-ga-ga-ta-ta.
¡Increíble!, ¡Qué
facilidad de palabra! ¡Qué bien se expresa!
La hemos visto hoy
hacer mohines (que, según el diccionario, “mohines” es hacer gestos con el
rostro con el que se expresa desagrado o enfado, especialmente el que se hace
con los labios), decir adiós, hacer un gesto típico que hacemos toda la
familia con el brazo para saludarnos, intentando hacer ruido con un dedo
dentro de la boca.
Nos hemos hartado
de reír con la nieta. Y un poco de lágrimas, claro, por no tenerla con
nosotros, por no poder abrazarla ni poder comérnosla a besos, estando a unos
pocos kilómetros de separación.
Pero felices, muy
felices, de poder verla en el teléfono.
Así es la vida:
reír y llorar.
Querido diario.
REÍR y llorar. Mañana más.
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domingo, 26 de abril de 2020
DIARIO DE CUARENTENA. Capítulo XLIII
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