DIARIO DE
CUARENTENA
CAPÍTULO xII
|
Seguimos sin salir de casa.
Aunque dedico mucho tiempo pensando en mis niños y niñas, decidiendo
cómo vamos a hacer para que este curso acabe lo mejor posible, también he
tenido mucho tiempo para pensar en esta situación tan extraña que estamos
viviendo.
Pienso
en todas esas pequeñas cosas, a veces insignificantes, del día a día, y que ahora
tanto valoramos y echamos de menos. Pienso en la importancia que le he
(hemos) dado a tantas cosas banales, olvidando que lo que realmente importa
está tan cerca de nosotros que ni lo vemos, que otras veces ni se puede tocar;
sin embargo, cuánto echamos de menos eso que tanto hemos disfrutado sin
apreciarlo.
Cuando todo esto pase, que seguro pasará, miraremos a nuestro
alrededor con otros ojos.
No puedo dejar pasar esta oportunidad para decirte, diario, querido
diario, lo preocupado que estoy por tantos y tantos ancianos que estando en
una residencia, o en sus casas, con todos los cuidados que puedan necesitar, viven
estos días con una incertidumbre desesperante. ¿Qué estarán pensando?
¿Tendrán miedo o mucho miedo? En estos días más que nunca necesitan nuestro
apoyo, nuestro cariño y toda la ayuda que podamos ofrecerles.
No quiero terminar, por hoy,
siendo pesimista. Mi último pensamiento es de esperanza. Hoy estoy más seguro
que nunca que TODO VA A SALIR BIEN.
Querido diario. Quiero dar besos
y abrazos. Mañana más.
|
jueves, 26 de marzo de 2020
DIARIO DE CUARENTENA. CAPÍTULO XII.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario