martes, 2 de junio de 2020

DIARIO DE CUARENTENA. CAPÍTULO LXXX



DIARIO DE CUARENTENA
                    CAPÍTULO  Lxxx


Cada dos por tres, o sea, cada seis (no te rías, ya sé que es un chiste malo) tengo algo de qué preocuparme.

Y hoy tengo varios motivos.

Uno de ellos, aunque en realidad no es nuevo, ya que hace más de un mes que lo vengo observando y preocupándome es que estoy engordando más de la cuenta.

Normal.

He comido más tartas en estos últimos tres meses que en el último año, sin contar cumpleaños y demás.

De queso, de limón dos distintas, de frutos rojos, queso de otra forma, de zanahoria, bizcocho con cascos de manzanas en láminas, ¡Torrijas! (exquisitas) dos veces, gelatina con crema de pistachos. Y no me extrañaría que se me haya quedado alguna despistadilla por ahí.

¿A quién le va a extrañar que haya engordado algo o bastante más de lo deseado?

¡Claro! A nadie. No le extraña a nadie.

Y ya para rematar la faena solo me queda decir cuántos kilos he engordado.

Seguro que estás deseando.

Pues como dice mi hermano, sin anestesia ni nada, te lo digo.

Y no es por retrasar lo inevitable, no, es para advertirte que no se me nota casi nada los kilos de más porque se me han ido todos a la cintura.

Ya tengo una señora barriga. (A ver quién es el guapo que me la quita ahora).

Las camisetas y polos me están algo estrechos.

Los pantalones me aprietan en la cintura.

Normal.

Ya sé que no es consuelo saber que hay muchas personas en mi misma situación, que han “cogido” unos kilos de más en esta cuarentena y esperando el total desconfinamiento.

Tendré que hacer el propósito, en este verano, de no pasarme con nada para ver si no solo no gano más kilos, sino que puedo perder alguno.

Querido diario. ¡No te lo he dicho! Mañana más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario