FANTASMAS EN LA SIERRA. EL PINGÜINO 7

FANTASMAS EN LA SIERRA EL PINGÜINO. 7 Observé detenidamente la foto y me fijé en él. Sí, allí estaba, rodeado de un montón de gente. Busqué a Paco Pepe, pero no estaba en esa foto.           - ¡Este es!  Con el dedo señalando al hombre se lo mostré a Paco Pepe y a los demás, que en ese momento se agolpaban a nuestro alrededor para ver de quién hablábamos.           - ¿Seguro que es este? ¡Míralo bien!           - ¡Si, este es!, ¡Estoy seguro!           - No, a ese hombre no lo has podido ver.           - ¿Sabré yo a quién he visto? Pues claro que es él.           -  Pues yo te digo que ese hombre no puede ser.           - ¿Por qué no puede ser, listo? Le pregunté           - Ese hombre de la foto es mi abuelo. Y murió hace casi veinte años.           Dejamos las cosas como estaban y salimos corriendo. No recuerdo si cerramos la puerta o no y si la cerramos, no sé quién fue. Ese año nos quedamos sin juntarnos en ninguna casa.           Fueron unas navidades algo distintas. Siempre que nos juntábamos no dejábamos de mirar a todos sitios por si acaso y cuando llegaba la noche estábamos intranquilos y deseando volver a nuestras casas.           Durante muchos años evitamos pasar cerca de esa casa y sólo cuando la derribaron para levantar una nueva casa nos atrevimos a ir a mirar cómo iban las obras. No tanto con la esperanza de volver a ver al abuelo de Paco Pepe como con la seguridad de saber que en la casa que estaban construyendo ya había un inquilino.                               Cuando años más tarde le conté esta historia a mi padre y a otras personas, mi padre me aseguró que su historia del pingüino fue tal y como me la contó el abuelo de Paco Pepe, pero él no estaba seguro de que yo lo hubiera visto ya que según dicen Paco Pepe tiene un tío que se parece mucho al abuelo, concretamente su tío Valentín.           Yo conozco a Valentín y no tiene ninguna cicatriz en la cara. No pudo ser él.           Y aunque muchos dudaron de que pudiera ver al abuelo de Paco Pepe, yo sé a quién vi aquel día y con quién hablé. Era el hombre de la foto. FIN