domingo, 5 de abril de 2020

DIARIO DE CUARENTENA. Capítulo XXII


DIARIO DE CUARENTENA
                              CAPÍTULO  xXiI


Desde hace unos días vengo haciendo una actividad física distinta a la que he hecho la mayoría de los días de cuarentena. Ya no voy a dar tropecientos paseos por las distintas habitaciones de mi casa y terminar mareado de tantas vueltas.

Ya llevamos varios días mi mujer y yo bailando zumba.
Interesante experiencia.

Ponemos un vídeo de zumba e intentamos imitar los movimientos del monitor o de quien esté bailando. Y digo “intentamos imitar” porque la mayoría de las veces vamos uno o dos pasos por detrás de esa persona.
No sé si lo que yo hago es bailar; sin embargo, sí puedo afirmar que me divierto bastante.

Me río de mí mismo equivocándome una vez tras otra y si acaso cojo el paso, va el muy mamón y hace otro. Jo, con lo que me ha costado aprender uno.

Pero no queda ahí la cosa, no, porque si no pierdo el paso voy y choco con mi mujer y entonces perdemos el paso los dos.

Un día de estos tendré que grabarnos para después comprobar lo que ya sé de sobra: ¡soy el mejor! Sí, el mejor, pero el mejor patoso.

¿Y qué?

Hacemos ejercicio, nos reímos, nos cansamos, gastamos energía que después hay que reponer, nos lo pasamos bien y deseamos que llegue el día siguiente para volver a hacerlo.

¡Genial!

No recuerdo si un día les dije a mis niñas y niños que bailaran zumba en casa. No sé si les mandé un enlace con un baile de zumba. Lo mandaré, no sé si de nuevo o por segunda vez. Y espero que les guste tanto bailar y disfruten tanto como lo estoy haciendo yo.

Querido diario. Vamos a bailar zumba. Mañana más

No hay comentarios:

Publicar un comentario